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Amigdalitis

Revisor médico: Elana Pearl Ben-Joseph, MD

¿Qué es la amigdalitis?

La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas y suele deberse a una infección causada por virus o bacterias. 

Las amígdalas son unos bultos de tejido ubicados a ambos lados de la parte posterior de la garganta y ayudan al sistema inmunitario a proteger al cuerpo de las infecciones. Pero en algunos casos, las infecciones son más de lo que las amígdalas pueden manejar y se infectan.

Las amígdalas infectadas se inflaman y se ponen de color rojo, y tienen un revestimiento de color amarillo o blanco. Las personas con amigdalitis pueden tener dolor de garganta, fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos del cuello y problemas para tragar.

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la amigdalitis?

Las amígdalas inflamadas se ven hinchadas y de color rojo, y pueden estar cubiertas por puntos o un revestimiento amarillo o blancuzco. Una persona con amigdalitis puede tener los siguientes síntomas:

  • dolor de garganta, que puede ser de leve a intenso
  • manchas blancas o pus en las amígdalas
  • ganglios linfáticos del cuello inflamados
  • cambios en la voz
  • fiebre
  • dolor al tragar
  • dolor de estómago
  • dolor de cabeza

Si tienes síntomas de amigdalitis, llama a tu médico.

¿Cuáles son las causas de la amigdalitis?

La amigdalitis suele ser causada por un virus como los siguientes:

La amigdalitis también puede ser causada por bacterias, especialmente por los estreptococos del grupo A. En este caso, la infección recibe el nombre de faringoamigdalitis estreptocócica. En muy pocos casos, la amigdalitis puede ser causada por otra cosa que no sea una infección.

¿Cómo se diagnostica la amigdalitis?

El médico te preguntará por los síntomas y te examinará la garganta y el cuello. Tal vez use un hisopo de algodón blando para recolectar una muestra de tus amígdalas y de la parte posterior de la garganta para hacer análisis.

Es importante que tu médico sepa si la causa de la infección es una bacteria. Si tienes faringoamigdalitis estreptocócica, necesitarás un tratamiento con antibióticos para eliminar las bacterias. Esto te ayudará a sentirte mejor y prevendrá otros problemas que pueden aparecer si la faringoamigdalitis estreptocócica no recibe tratamiento.

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¿Cómo se trata la amigdalitis?

Si tu médico te receta antibióticos, asegúrate de seguir cuidadosamente sus indicaciones. Termina de tomar todo el medicamento, aunque los síntomas desaparezcan y te sientas mejor. De lo contrario, la infección podría volver a aparecer. Esto también ayuda a prevenir otros problemas de salud causados por los estreptococos del grupo A, como la fiebre reumática (que puede causar daños en el corazón), enfermedades renales o infecciones más graves en otras partes del cuerpo.

Si el resultado del análisis de estreptococo es negativo, probablemente la amigdalitis se deba a un virus y los antibióticos no serán de ayuda. Al igual que con un resfriado (también causado por un virus), tendrás que esperar varios días y dejar que el virus cumpla su ciclo.

En contadas ocasiones, si una persona tiene muchas amigdalitis, el médico o un otorrinolaringólogo (un médico que se especializa en problemas de oído, nariz y garganta) pueden recomendar una amigdalectomía. Se trata de una cirugía para extirpar (sacar) las amígdalas. La amigdalectomía solía ser un procedimiento frecuente, pero ahora los expertos recomiendan observar y esperar porque las amígdalas grandes con frecuencia se encojen por sí solas con el transcurso del tiempo.

¿Cómo me puedo sentir mejor?

Descansa mucho y bebe muchos líquidos. Puedes tomar paracetamol o ibuprofeno para aliviar el dolor o las molestias. (Pero no tomes aspirina ni otros productos que contengan aspirina, porque podrías correr el riesgo de desarrollar el síndrome de Reye, una enfermedad que puede causar problemas graves).

Evita fumar o hacer cualquier cosa que pueda irritar tu garganta. Es conveniente que bebas mucho líquido. Tal vez prefieras los alimentos más blandos, como el puré de manzana, la gelatina con sabor o los helados. Si no tienes ganas de comer, prueba beber líquidos que contengan calorías, como jugos de fruta, batidos de leche y sopas o caldos.

Si estás tomando antibióticos, puedes volver a la escuela si no tienes fiebre y ya has estado tomando los antibióticos durante al menos 12 horas. Si aún te sientes débil, cansado o con dolor, tal vez sea conveniente que te quedes en tu casa uno o dos días más.

¿Cómo puedo prevenir la amigdalitis?

La amigdalitis es contagiosa. Otras personas se pueden contagiar al hablar, estornudar, toser o estrechar las manos.

Para protegerte de la amigdalitis o prevenir el contagio de otra persona, haz lo siguiente:

  • Lávate las manos con frecuencia y de manera adecuada.
  • Si alguna persona de tu casa o un amigo tiene amigdalitis, no uses los vasos, tazas, cubiertos, cepillos de dientes u otros utensilios de esa persona. Y si tienes amigdalitis, mantén tus cosas separadas y no las compartas con nadie.
  • No beses a nadie hasta haberte recuperado por completo.
  • Compra un nuevo cepillo de dientes cuando te sientas mejor y ya no contagies.

¿Cuándo debería llamar al médico?

Llama al médico inmediatamente si tu estado empeora; por ejemplo, si te cuesta respirar o tragar. Si el dolor de garganta empeora, en especial de un lado, llama al médico. Podría ser una señal de un absceso periamigdalino.

También debes hablar con el médico si vuelves a tener fiebre o no te sientes mejor en un par de días.

Revisor médico: Elana Pearl Ben-Joseph, MD
Fecha de revisión: marzo de 2023