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Examen prenatal: Ecografía

Revisor médico: Thinh Phu Nguyen, MD

¿Qué es una ecografía prenatal?

Una ecografía prenatal es un estudio seguro e indoloro en el que se usan ondas de sonido para tomar imágenes que muestran la forma y la posición del bebé. Se puede hacer en el primero, segundo o tercer trimestre, según lo que el profesional del cuidado de la salud desee ver.

El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) recomienda hacer al menos una ecografía durante el embarazo, pero muchas mujeres se hacen dos o más. A las mujeres con embarazos de alto riesgo tal vez se les hagan varias ecografías durante el embarazo.

¿Por qué se hacen las ecografías prenatales?

En el pasado, las ecografías solo se usaban en embarazos de alto riesgo, pero se han vuelto tan comunes que suelen formar parte de la atención prenatal.

Durante una ecografía, las ondas sonoras rebotan en los huesos y los tejidos del bebé y forman una imagen que permite ver la forma y la posición del bebé dentro del útero. Este estudio también recibe el nombre de "ultrasonido" o "sonograma" y se hace con los siguientes fines:

  • confirmar la fecha probable de parto
  • detectar embarazos extrauterinos
  • ver si el embarazo podría ser múltiple
  • ver si el feto está creciendo de manera normal
  • registrar el ritmo cardíaco del bebé y sus movimientos respiratorios
  • comprobar la cantidad de líquido amniótico presente en el útero
  • comprobar la posición de la placenta (que a veces puede bloquear la salida del bebé del útero) en la etapa final del embarazo
  • orientar a los médicos durante otros exámenes, como la amniocentesis
  • detectar defectos estructurales que pueden ser indicadores de síndrome de Downespina bífida o anencefalia
  • detectar otros problemas, como defectos congénitos del corazón, labio fisurado o fisura palatina y problemas gastrointestinales o de riñón

¿Qué ocurre durante una ecografía prenatal?

Para prepararse para una ecografía prenatal, es posible que le pidan que tome mucho líquido o que no vaya al baño durante un tiempo para que la vejiga esté llena durante el examen.

Se colocará una bata y se acostará en una camilla. La sala suele estar a oscuras para que se puedan ver las imágenes con claridad en la pantalla de la computadora. Un técnico (ecografista) capacitado en la obtención de imágenes por ultrasonido desparramará un gel transparente sobre su abdomen. Este gel ayuda a la transmisión de las ondas sonoras.

continuación, el técnico desplazará una pequeña vara (transductor) sobre el gel. El transductor emite ondas sonoras de alta frecuencia y una computadora mide cómo rebotan las ondas sonoras desde cuerpo del bebé. La computadora transforma esas ondas sonoras en imágenes. A veces, entrará un médico al final de la prueba para conocerla y tomar algunas imágenes más.

La ecografía prenatal es indolora. Es posible que sienta una ligera presión en el abdomen mientras se desplaza el transductor sobre el cuerpo y el gel puede estar húmedo o frío. Este examen suele durar menos de 30 minutos.

En algunos casos, se pueden hacer ecografías a través de la vagina (reciben el nombre de ecografía transvaginal) en las primeras etapas del embarazo, cuando el útero y los ovarios se ven mejor desde ese ángulo.

Algunas ecografías pueden mostrar al feto en tres dimensiones, como una fotografía (una ecografía 3D) y, a veces, muestran movimiento (una ecografía 4 D). Los médicos también pueden pedir una ecografía para detectar deformaciones congénitas.

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¿Debo hacerme una ecografía prenatal?

El examen se considera seguro, pero usted decide si hacérselo o no. Hable con el profesional del cuidado de la salud para saber por qué o cuando es conveniente hacerse este examen.

¿Cuándo se hacen las ecografías prenatales?

El momento en el que se realizan las ecografías depende del motivo por el cual las recomienda el profesional del cuidado de la salud.

Se puede hacer una ecografía prenatal al principio del primer trimestre para confirmar el embarazo y calcular el tiempo de embarazo, o durante las semanas 11 a 14 como parte del cribado del primer trimestre.

Las ecografías del segundo trimestre (también llamadas ecografías de "nivel 2") se suelen hacer entre las semanas 18 a 20 para examinar la anatomía del feto y confirmar su desarrollo normal. Este análisis con frecuencia permite determinar el sexo del feto (siempre y cuando el feto "coopere" y se ubique en la posición adecuada). Si desea que el sexo de su hijo sea una sorpresa, asegúrese de decírselo al médico o al técnico cuando comience este estudio.

Las ecografías del tercer trimestre permiten examinar la placenta y la posición del feto. En algunos casos, la ecografía forma parte de un examen denominado perfil biofísico para determinar si el feto está recibiendo una cantidad suficiente de oxígeno. El perfil biofísico examina la respiración y los movimientos del bebé, la cantidad de líquido amniótico, el tono y la respuesta de la frecuencia cardíaca.

¿Cuándo están disponibles los resultados?

Si bien el técnico puede ver las imágenes de manera inmediata, una evaluación completa puede demorar hasta 1 semana si el médico o especialista no está en el lugar durante el examen.

Según el lugar en el que le hagan la ecografía, el técnico podrá decirle ese mismo día si todo se ve bien. Sin embargo, la mayoría de los centros radiológicos o profesionales del cuidado de la salud prefieren que los técnicos no hagan comentarios hasta que un especialista haya visto los resultados; incluso cuando todo se vea bien.

Revisor médico: Thinh Phu Nguyen, MD
Fecha de revisión: julio de 2022