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¡Ay! ¡Me picó una pulga!

Qué es una pulga

La pulga es un pequeño insecto (no más grande que la cabeza de un alfiler) de color marrón y con un duro caparazón. Las pulgas tienen pequeñas garras en los extremos de las patas que les permiten adherirse a las personas u otros animales de sangre caliente para beberse su sangre.

Si tienes un perro o un gato, es muy probable que hayas visto una pulga porque suelen encontrarse en el pelaje de estos animales. Una vez que el animal entra en la casa, las pulgas pueden saltar hacia las personas o las alfombras.

Qué aspecto tiene y qué sensación produce la picadura de una pulga

Si a una persona le pica una pulga, sentirá comezón en la picadura. Por lo general, las picaduras de pulgas se dan en grupos de tres o cuatro y parecen pequeños bultitos rojos. Muchos niños sufren estas picaduras cuando juegan con sus perros o gatos.

Qué debes hacer

Si crees que te ha picado una pulga, lava la picadura con agua y jabón. Aplica loción de calamina para aliviar la picazón, o un adulto puede conseguirte en la farmacia una crema que alivie la picazón. Trata de no rascarte demasiado porque las picaduras podrían infectarse.

Qué hará el médico

Si las picaduras se infectan por rascarte, el médico tendrá que recetarte medicamentos para eliminar la infección.

Cómo evitar las picaduras

La mejor manera de evitar la picadura de una pulga es quitándoselas a tus mascotas. Se puede bañar a los gatos y a los perros con un champú especial para el control de pulgas. Tu mascota puede llevar un collar antipulgas o tomar un medicamento una vez al año para mantener alejadas a las pulgas.

Además, un exterminador profesional puede tratar tu casa o jardín con químicos para el control de pulgas a fin de reducir su población. El uso de repelente de insectos también puede ayudar. Pide a tus padres que te apliquen uno que contenga entre un 10% y un 30% de DEET.